Una guía para las madres para enseñarle a sus hijos a formar sus propias creencias bíblicas sobre lo que es verdadero y lo que es falso. A través de historias de vida y aplicaciones claras y prácticas -incluyendo estrategias de oración- este grupo de madres cristianas le ofrece recursos para entrenarse a sí misma, para que pueda entrenar a sus hijos. Si ellos son nuestro futuro, como padres tenemos la responsabilidad de ayudar a determinar cómo sera ese futuro.

Hemos estructurado este libro para que sea informativo y no condenatorio. No estamos aquí para señalar a nadie ni a las creencias que no nos gustan. Más bien, nuestra meta es levantar un ejército de “mamás y papás osos” que disciernan y que puedan tomar una idea, identificar los aspectos positivos, distinguir los malos y aceptar lo bueno y rechazar lo malo. Nuestro trabajo como papás es proteger a nuestros hijos sin importar de dónde vengan las amenazas. Protegerlos podría implicar aislar a nuestros hijos por un tiempo, pero esa es una solución de corto plazo. Debemos prepararlos para que no queden desprotegidos en el futuro. La mayor y mejor protección que podemos darles es equiparlos para enfrentar directamente las mentiras de la cultura, al mismo tiempo que responden con gracia, amor y dulzura. No es suficiente con decirles cuáles son las ideas que se levantan contra Dios (2 Corintios 10:5). Debemos entrenarlos para utilizar el pensamiento crítico durante su lectura de libros, al ver una película, escuchar una canción, y sí, ¡hasta cuando escuchan una predicación!
No queremos que nuestros hijos vean a su alrededor en blanco y negro, porque francamente no vivimos en un mundo de comics. Queremos que se den cuenta de que las verdades bíblicas y las mentiras culturales pueden aparecer donde sea y en cualquier momento. No queremos que nuestros hijos vivan en temor, pero sí con discernimiento. Queremos que puedan ver a Cristo en el arte, las películas, la ciencia, la historia y la música y en todas las cosas, porque Dios es Señor sobre todas las cosas. No queremos que asuman que todo lo que observan en el arte, películas, ciencia, historia o música revela la verdad de Dios.